Los radares utilizan ondas de radio para detectar y medir la velocidad, distancia y dirección de objetos. Funcionan emitiendo un pulso de radiofrecuencia que rebota en el coche y regresa al dispositivo. Este mecanismo, conocido como efecto Doppler, calcula su ubicación y velocidad a través del análisis del tiempo de retorno y el cambio en la frecuencia de las ondas reflejadas.
En el ámbito de la seguridad vial, son utilizados para controlar la velocidad de los vehículos, detectando infracciones y mejorando la seguridad en carreteras.
Márgenes de velocidad de los radares
Los márgenes de velocidad de los radares son las tolerancias que se aplican para determinar cuándo un vehículo ha excedido el límite de velocidad permitido antes de emitir una infracción. Estos márgenes varían según las legislaciones locales y la precisión de los dispositivos de medición.
Permiten una pequeña excedencia sobre el límite establecido para compensar posibles errores del velocímetro del vehículo y del dispositivo. Por ejemplo, en muchos países, el margen puede ser de 5 a 10 km/h. Estos márgenes buscan equilibrar la estricta aplicación de la ley con una cierta flexibilidad para errores menores.
Dónde se localizan
Los radares suelen estar ubicados en lugares estratégicos para maximizar su efectividad en la mejora de la seguridad vial. Comúnmente se encuentran en zonas urbanas con alta densidad de tráfico: cerca de escuelas, hospitales y áreas residenciales. Esto se debe a su vulnerabilidad, donde la velocidad reducida es importante para la seguridad de peatones y ciclistas.
En carreteras y autopistas, están en tramos donde la velocidad excesiva se ha identificado como un problema recurrente. Por ejemplo, las curvas peligrosas, salidas y entradas de autopistas, y áreas con historial de accidentes. También se colocan en zonas de obras en carretera para proteger a los trabajadores. Estos dispositivos pueden ser fijos, montados en postes o estructuras, o móviles, instalados en vehículos policiales o unidades portátiles.
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Metros de alcance de los radares
Su alcance varía según el tipo y la tecnología utilizada, pero generalmente, tienen un alcance efectivo de entre 100 y 300 metros. Este rango permite detectar y medir la velocidad de los vehículos con suficiente antelación para una intervención oportuna, si es necesario.
Los fijos suelen tener un alcance menor, enfocado en áreas específicas como cruces o zonas escolares. Por otro lado, los móviles y los dispositivos utilizados en carreteras y autopistas pueden tener un mayor alcance para monitorear el tráfico a mayores distancias y velocidades. El alcance también depende de otros factores: las condiciones climáticas, el tipo de vehículo y la presencia de obstáculos.
Multas
Pueden imponer varios tipos de multas, principalmente basadas en la gravedad de la infracción de velocidad. Las multas se dividen en categorías según cuánto se exceda el límite de velocidad establecido.
Multas menores. Se aplican cuando el conductor excede el límite por una pequeña cantidad, como 5-10 km/h por encima en zonas urbanas.
Multas graves. Para excesos de velocidad más significativos, como 11-30 km/h sobre el límite. Las sanciones son más altas y pueden incluir puntos de penalización en la licencia de conducir.
Multas muy graves. Excesos extremos, como más de 30 km/h sobre el límite en zonas urbanas o 40 km/h en autopistas, pueden acarrear multas elevadas, más puntos de penalización. O incluso, la suspensión temporal del permiso de conducir.
Radares en Barcelona
Las localizaciones de estos dispositivos en esta ciudad están estratégicamente seleccionadas para maximizar la seguridad vial y reducir la velocidad excesiva en áreas críticas. Algunos de los puntos más conocidos incluyen:
- Avenida Diagonal. Uno de los corredores principales de la ciudad, colocados en diferentes tramos para controlar la velocidad en esta vía de gran tráfico.
- Gran Via de les Corts Catalanes. Una de las arterias más transitadas, con varios distribuidos a lo largo de su extensión.
- Ronda de Dalt (B-20). Ubicados en esta circunvalación para controlar la velocidad en sus tramos más críticos.
- Ronda del Litoral (B-10). Similar a la Ronda de Dalt, que monitorean la velocidad en este importante anillo vial.
- Zona Universitaria. Áreas alrededor de las universidades, donde la presencia de estudiantes hace necesaria una mayor vigilancia.
- Carretera de Sants. Una vía urbana significativa con controles de velocidad para proteger a peatones y ciclistas.
- Paseo de la Zona Franca. Otro punto clave con alta densidad de tráfico y controles de velocidad para garantizar la seguridad.