Las averías de motor más comunes en el coche
Como bien es sabido, el motor es una de las piezas fundamentales de nuestro vehículo, y una avería en este componente puede resultar de lo más costoso. Por eso es importante poner atención y revisar nuestro coche de forma periódica, dejándolo en manos de verdaderos profesionales para evitar que se produzcan problemas que deriven en una avería grave. Hoy desde Romacar ABS te contamos cuáles son las averías de motor más comunes y qué hacer si ocurren. ¡Toma nota!
Las 10 averías más comunes en el coche
A la hora de conducir podemos encontrarnos en ocasiones con averías que suponen un gran dolor de cabeza y, sobre todo, a nuestro bolsillo. Entre las averías más costosas de un coche están las relacionadas con el motor y algunas piezas que trabajan con él directamente. ¿Sabes de cuáles se trata?
Correa de distribución
Una de las averías más comunes que se dan en el motor es la rotura de la correa de distribución, esto puede provocar que se dañen distintos elementos del motor y que el problema sea muy serio, incluso sea necesario sustituir el motor entero.
La correa de distribución es un elemento de desgaste, el cual se encarga de abrir y cerrar las válvulas del motor en el momento preciso. Es normal que con el tiempo vaya deteriorándose, por eso hay que revisarla de forma constante para evitar que llegue a romperse y haya una avería más seria. Esta pieza se debe sustituir cuando se alcanzan los 150.000 kilómetros recorridos o cumple los 5 ó 6 años.
Inyectores
Por otro lado, los inyectores son otra de las partes que suele averiarse en un motor. La precisión de su tarea, la cual está enfocada en inyectar el combustible al motor a través de una electroválvula que se abre y se cierra a las órdenes de la centralita electrónica, puede resultar habitual que dé fallo. Para evitar una avería en este sentido es recomendable que no apures el depósito, y más si se trata de un motor diésel. Los residuos y la carbonilla del combustible suelen ser los causantes de un fallo en los inyectores.
Junta de la culata
Otra de las averías más graves que se suelen dar en el motor es en la junta de culata. En este caso, se requiere desmontar el motor entero, repararlo y sustituirlo por una nueva. Sin duda, debido a la complejidad de esta reparación es una de las averías más costosas.
La junta de culata es la responsable de que el motor no se mueva y una parte muy compleja de nuestro coche. Además, ésta garantiza que el aceite y el líquido refrigerante no se mezclen. Por eso, es normal que las averías de este elemento estén relacionadas con sobrecalentamiento y pérdidas de refrigerante, que haga que el motor se gripe.
Centralita electrónica
Los coches modernos cuentan con una gran dotación electrónica, y cada vez mayor. La centralita electrónica es la que da las órdenes al resto de elementos para que funcionen de forma sincronizada. Por ejemplo, es quien se encarga de controlar las agujas, temperaturas, revoluciones o las válvulas, entre otras muchas cosas.
Sin embargo, algunas de las averías que presenta nuestro coche puede deberse a un fallo de esta centralita, una desprogramación, una sobrecarga o simplemente por una acumulación de humedad o grietas.
Bomba del combustible
Otra de las averías que se pueden dar en el motor es en la bomba de combustible. Ésta es la responsable de que el combustible llegue desde el tanque hasta el sistema de inyección y además regula la presión. Normalmente, una avería en la bomba de combustible está originada por la mala calidad de éste o el desgaste que originan sus residuos.
Catalizador saturado
El catalizador es la pieza que procesa las sustancias contaminantes que emite el motor a grandes temperaturas para transformarlas en oxígeno, nitrógeno y agua. Aunque este componente se encuentre en la zona del tubo de escape es parte del funcionamiento del motor.
Si se produce una avería en el catalizador, puedes percibirlo a través del color o la densidad del humo que sale por el tubo de escape o por los malos olores que emite. Otra opción es que mientras conduces notes un golpeteo metálico sospechoso, lo que te indica que el componente está roto.
Corrosión de frenos
Una de las averías más comunes que suelen tener el coche es la corrosión de los frenos, algo que puede ser muy grave porque afecta a la seguridad. Las pastillas de freno son un elemento de desgaste, por lo que es necesario que se revisen e inspeccione periódicamente para garantizar su buen funcionamiento. Un problema con las pastillas y el disco de freno puede verse afectado también, una avería que puede suponer un coste mayor.
Faros desajustados
Los faros desajustados también son un problema bastante frecuente en un coche. Esto se debe a algún golpe que hace que se muevan ligeramente. En el caso de que ocurra en los faros delanteros, esto puede provocar deslumbramientos a otros conductores o que haya un déficit de iluminación. También hay ocasiones en las que la patilla que los sujeta se rompe, con lo que habría que cambiar el faro entero.
Frenada irregular
Las ruedas son otro de los elementos más importantes de cualquier vehículo. La falta de presión en los neumáticos, la válvula de los mismos o el paralelo del coche pueden ser los causantes de tener una frenada irregular. Esto es difícil de percibir, pero lo puedes notar si en una frenada brusca sientes que el coche se va hacía un lado o tiende a cruzarse.
Fuga de aceite
El aceite al igual que el líquido refrigerante son dos elementos fundamentales para la vida del motor, ya que son las encargadas de lubricar las piezas mecánicas de éste.
Una fuga de aceite puede hacer que se gripe el motor e incluso una vería más grave en el motor. En un caso como éste es recomendable que acudas a un taller cualificado como el nuestro y dejes tu coche en manos de los mejores profesionales.
¿Qué averías cubre mi seguro?
Algunas de estas averías son muy caras por lo que debes de consultar con tu seguro si se hace cargo de ellas o no. Normalmente, los seguros solo hacen frente a los daños provocados por accidentes de tráfico, incendios, cortocircuitos o problemas de combustión, incluso en los que son a todo riesgo.
Si lo que buscas es que te cubran las averías mecánicas de tu coche, deberás contratar un seguro específico que se hace de forma independiente a la póliza convencional, el cual cubre piezas de lo más fundamentales como el chasis, el circuito de frenos o el motor, entre otras.