Vehículos de hidrógeno: ventajas e inconvenientes
Una de las últimas alternativas que está surgiendo para una movilidad más respetuosa con el medioambiente son los coches de de hidrógeno. Sin duda, este tipo de vehículos podían ser una solución de cara al futuro. En Romacar ABS analizamos los pros y contras que tienen estos coches y te contamos todo lo que tienes que saber sobre ellos.
Cómo funciona los coches de hidrógeno
Estos vehículos funcionan gracias a una pila de hidrógeno. Se trata de una evolución de los vehículos eléctricos y suponen una auténtica revolución, ya que la batería no se recarga directamente de la red eléctrica, sino que tienen que ser alimentados por aire a presión e hidrógeno. Cuando el oxigeno reacciona con el hidrógeno se produce una energía, que va a las baterías y de ahí al motor eléctrico. Estos coches no emiten ninguna sustancia contaminante a la atmósfera, ya que expulsa agua por el tubo de escape, lo que hace que luzcan la etiqueta ECO en la luna.
Ventajas de los vehículos de hidrógeno
Una de las principales ventajas de estos coches es que solo tardarás unos minutos en repostar, al contrario de lo que ocurre con los coches eléctricos. Además, los coches de hidrógeno cuentan con una mayor autonomía, lo que te dará tranquilidad para tus viajes. Y es que un kilo de hidrógeno te permite recorrer hasta 100 kilómetros.
Por otro lado, estos vehículos están más preparados para temperaturas extremas y el mantenimiento de su motor es mínimo. Se acabaron las preocupaciones por las revisiones y los problemas tan indeseados que generan otros tipos de mecánicas.
Además, al no emitir ninguna sustancia nociva al exterior, podrás circular con ellos libremente por la ciudad sin ningún tipo de restricción y aparcar de forma gratuita en la ciudad.
Inconvenientes vehículos de hidrógeno
Sin embargo, los vehículos de hidrógeno también cuenta con inconvenientes que debes sopesar. Por un lado, el volumen de los depósitos son más grandes, ya que el hidrógeno es más denso. Esto también conlleva que haya menos espacio para almacenaje y demás.
Al tratarse de una alternativa nueva aún queda mucho camino por recorrer, algo que se ve en la poca variedad de modelos que hay en el mercado, sobre todo en el español. Además, existe una carencia muy grande en la red de distribución lo que hace complicado el repostaje.
Igual que ocurría en un principio con los vehículos eléctricos, los de hidrógeno tienen un precio elevado, lo que hace más difícil el acceso a ellos para todos los conductores.
Componentes de un vehículos de hidrógeno
La mecánica de un coche de hidrógeno es de lo más sencilla. Todo se centra en el motor eléctrico, la batería, tanques de hidrógeno y la pila de combustible. Estos son las cuatro piezas fundamentales de este vehículo.
Sin duda, el corazón de este coche es la pila de combustible, la cual transforma la energía química procedente de la reacción entre el hidrógeno y el oxígeno en energía eléctrica. El motor eléctrico se alimenta de la energía generada por la pila de combustible y que obtiene de la batería, la cual es la encargada de almacenar la electricidad que produce la pila y que se recupera de la frenada. Además, la batería es la que suministra la electricidad en los momentos en los que el vehículo requiere de un plus de potencia y la pila no es capaz de suministrarla sola. Por otro lado, están los tanques de hidrógeno que tienen un papel crucial también en el funcionamiento de estos vehículos. Ellos tiene una forma cilíndrica y almacenan el hidrógeno a una presión de hasta 700 bares, para así poder disfrutar de una mayor autonomía.
Además de estos componentes, los coches de hidrógenos cuentan con otros elementos que ayudan a que el coche funcione correctamente. Hablamos, por ejemplo, de la unidad de control de la energía, un mecanismo cuya tarea es controlar de manera adecuada el suministro de la potencia de la pila de combustible en rodo momento, así como supervisar la carga y descarga de la batería. También está el convertidor de voltaje de la pila de combustible de alta eficiencia y gran capacidad que, alimentado por corriente trifásica, se utiliza para obtener una tensión mayor a la salida que a la entrada.
Por último, para una mayor seguridad, están las válvulas de sobrepresión, las cuales te avisan en caso de sufrir una fuga de hidrógeno. Estas válvulas están elaboradas por tres capas: una de plástico reforzado con fibra de carbono, otra de polímero y otra de polímero reforzado con fibra de vidrio.
El futuro de los coches de hidrógeno
Sin duda, los vehículos de hidrógenos están llamados a ser los coches del futuro. Sus excelentes prestaciones y su principal cualidad de no contaminante le convierte en la alternativa perfecta, algo que han sabido ver algunas marcas y han empezado a desarrollar modelos de esta clase.
Aunque aún queda mucho, todo apunta a que la gran autonomía y la facilidad de repostaje de estos coches hará que se conviertan en la opción perfecta para las ciudades verdes del futuro.