Los coches sin etiqueta ambiental de la DGT en España son aquellos que más contaminan y mayor antigüedad tienen. Esto los convierte en un peligro para las ciudades de alta densidad poblacional y turísticas. Estos lugares se llaman Zonas de Bajas Emisiones, ZBE, donde se imponen una serie de restricciones de movilidad a estos vehículos por su grado alto de contaminación. Estas áreas se encuentran por ejemplo en ciudades como Madrid y Barcelona, grandes urbes con ratios de contaminación altos.
En Madrid hay una serie de limitaciones específicas impuestas por el ayuntamiento: no pueden circular en las zonas del centro los coches sin etiqueta, etiqueta B o etiqueta C, y las zonas de Madrid 360 sí pueden circular los coches a partir de la etiqueta B. También existen excepciones como el empadronamiento del conductor en esa zona o situaciones especiales. En cambio, en Barcelona la única limitación de sus zonas de bajas emisiones es la prohibición de su entrada en los días laborales. Estas limitaciones están exentas en zonas rurales y ciudades con menor densidad poblacional.
Coches sin etiqueta: desventajas
Los coches sin etiqueta presentan varias desventajas, especialmente en un contexto de regulación ambiental creciente:
- Restricciones de circulación. Como hemos mencionado anteriormente, existen las zonas de Bajas Emisiones en varias comunidades autónomas, que prohíben su circulación engrandes urbes.
- Más gastos de mantenimiento. Al ser antiguos y tener muchos kilómetros recorridos son más propensos a sufrir averías, aumentando así paulatinamente sus gastos de mantenimiento y reparación a largo plazo.
- Impuestos más altos. En ciertas comunidades autónomas, los impuestos de circulación de estos vehículos son más altas que los que tienen etiqueta de la DGT.
- Menor eficiencia. Al presentar piezas y sistemas más antiguos tienden a consumir más combustible y ser menos eficientes en carretera.
- Devaluación. En el mercado de segunda mano, estos vehículos pierden mucho valor, ya que están más demandados aquellos que cuenten con la pegatina medioambiental.
Coches sin etiqueta: soluciones
Hay una serie de soluciones a los coches sin etiqueta: unas más costosas y otras más sencillas. Las opciones se centran en la transformación a una conducción más sostenible o la venta inmediata. Estas son sus soluciones:
Electrificación
Transformar un coche de combustión en uno eléctrico es un proceso complejo que llevan a cabo algunas marcas para fomentar una mayor sostenibilidad. Este proceso es más barato que la compra de un coche eléctrico nuevo y además fomentas la economía circular.
Este proceso debe ser totalmente legal, y que cumpla las normas de seguridad y homologación para poder circular. Cuenta con una serie de pasos para convertir un coche de combustión a uno 100% eléctrico:
- Primero se retira el motor de combustión, el sistema de escape y el tanque de combustible, ya que no se necesitan en un coche vehículo eléctrico.
- Después, se instala el motor eléctrico donde solía ir el de combustión, y más tarde, se añaden las baterías en el maletero, para equilibrar el peso y optimizar al máximo el espacio.
- También hay que adaptar la transmisión, ya que no funcionan a través de una caja de cambios manual, sino automática.
- Por otro lado, se añaden controladores electrónicos que gestionan la energía entre las baterías.
- Al final de este proceso se integran sistemas de carga y los componentes eléctricos, como convertidores y reguladores.
Transformación a GLP
El proceso de transformación a un coche GLP no es tan complejo, ya que solo se tiene que añadir otro tanque de combustible apto para el gas, que esté conectado con el motor. Estos coches bifuel tienen la ventaja de poder disfrutar del consumo energético de ambos combustibles, ahorrando cada mes y disfrutando de las ventajas de circulación de la etiqueta ECO. Con estos vehículos se pueden acceder a ciertas zonas de bajas emisiones, pero no a todas, como, por ejemplo, Gran Vía.
Matricularlo como histórico
Es la solución más económica de los coches sin etiqueta, pero no pueden hacerlo todos, ya que se necesita que ese modelo presente un mínimo de 30 años. Hay ciertas ciudades que no prohíben su acceso a las zonas de bajas emisiones como Madrid, y otras que sí lo hacen como Barcelona. Si sigue estas metidas vigentes sus matriculaciones en el futuro se van a cuadriplicar.
Venderlo o darlo de baja
La opción más sencilla y menos tediosa es la venta en el mercado de segunda mano. Por otro lado, si todavía no sabes qué hacer con él y no quieres que no te multen por estacionarlo, puedes darlo de baja temporalmente. Y si no te merece la pena venderlo por su antigüedad o daños mecánicos también puedes darlo de baja de por vida o llevarlo a una chatarrería.