Cómo conducir un coche automático
En ocasiones, a la hora de comprar un coche, puedes elegir configurarlo también con una caja de cambios automática. Sin duda, estas versiones te ofrecen una conducción más cómoda y ligera, ya que el conductor no tiene que encargarse de cambiar las marchas. ¿Quieres saber en qué se caracteriza y cómo se conduce un coche automático? ¡Presta atención! En Romacar Abs te contamos todas las claves para que sepas manejar este tipo de vehículos a la perfección.
¿Cómo funciona un coche automático?
Este tipo de coches funcionan de forma autónoma, gracias a una parte hidráulica que se encarga de la tarea de convertidor de par y, que por medio de una serie de engranajes, le proporciona la fuerza para hacer moverse al vehículo.
Las claves para conducir un coche automático
Los coches automáticos se caracterizan por permitir un manejo más fácil, cómodo y sencillo del vehículo al conductor, ya que el cambio de marchas se hace de forma automática. En países como Estados Unidos es más popular este tipo de caja de cambios, pero no es igual en nuestro país, donde estamos acostumbrados al cambio manual. Si quieres saber cómo conducir un coche automático sin poner en riesgo a nadie, ten en cuenta la siguientes particularidades que presentan estos vehículos.
Los coches automáticos solo tienen dos pedales
Uno de los detalles que nos muestran que estamos ante un coche automático es que solo posee dos pedales. Uno de ellos es el freno y otro el acelerador. Al hacer la función de embrague de forma automática, este pedal desaparece.
Si no has conducido ante un coche automático, un consejo que deberás seguir es poner la pierna izquierda detrás de la derecha, de esta manera, impedirás que de forma involuntaria pises el pedal del freno creyendo que es el embrague. Esto podría suponer un gran problema circulando, ya que frenarías en seco.
Las posiciones de la palanca de cambio
Por otro lado, la palanca automática también cambia de forma. En lugar de estar enumeradas del 1 al 5 o 6, dependiendo de las velocidades que tenga ese modelo, las transmisiones automáticas se identifican mediante letras y suelen cambiarse de manera lineal. Cada una de estas letras identifica una maniobra: la P de parking, la R para la marcha atrás, la N para el punto muerto y la D, para aquellos que quieran pasar de marcha a marcha de forma manual.
En vehículos de lujo o más deportivos puedes ver también la letra S, que permite cambios de marchas más radicales y con más revoluciones, o la L para marchas más cortas, sobre todo en pendientes. También está la M para un control manual de una marcha determinada o la W para circular en situaciones con nieve.
¿Qué es mejor comprar un coche automático o manual?
Hace años, los coches automáticos tenían el inconveniente de consumir más que un coches con caja de cambios manual. Sin embargo, con el paso del tiempo, este hándicap se ha reducido notablemente gracias a la innovación y la tecnología. La utilización de los sistemas de cambio secuenciales en los coches automáticos hacen posible que entren en juego marchas intermedias con las que ahorrar así combustible.
Por esta razón, no hay una opción mejor que otra, ya que según la forma de conducir y las preferencias de cada conductor se apostará por una u otra.
Ventajas de conducir un coche automático
La principal ventaja de los automáticos es la comodidad que ofrecen a la hora de conducir un coche. El conductor ya no se tendrá que preocupar por pisar el embrague y mover la palanca de la caja de cambios para modificar la marcha. Esto también significa que conducir un modelo automático reduce el estrés al volante y disminuye el nivel de atención a la hora de realizar estos cambios. Gracias a ello, el conductor puede prestar más atención al tráfico, aumentando así la seguridad que puedes tener a bordo y la del resto de los usuarios de la vía.
Por otro lado, en lo referente a la mecánica, el motor sufre menos debido a los suaves cambios que llevan a cabo los engranajes. Pero también los discos y las pastillas de freno disfrutan de una mayor vida útil.
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