El sistema de distribución juega un papel crucial en el correcto funcionamiento de un motor de combustión interna. Este mecanismo regula la entrada y salida de los gases del motor, coordinando tanto el proceso de admisión como el de escape. Se compone principalmente de elementos como la correa de distribución, los ejes de levas, las válvulas y los balancines, cada uno con una función específica y esencial en el sistema.
A lo largo de la historia de la industria automotriz, el sistema de disposición ha experimentado un progreso significativo. En sus inicios, los motores de combustión interna contaban con sistemas de disposición rudimentarios y poco eficientes. No obstante, gracias al avance tecnológico y la ingeniería, estos sistemas han evolucionado hasta convertirse en componentes altamente precisos y eficientes, capaces de optimizar la combustión y potenciar tanto la potencia como la eficiencia de los motores.
En Romacar ABS, exploraremos qué es, cómo funciona, sus componentes y ofreceremos algunos consejos prácticos para mantenerlo correctamente.
Qué es
El sistema de distribución, también denominado sistema de válvulas, es una sección esencial del motor de un automóvil. Su tarea es garantizar la apertura y cierre oportunos de las válvulas del motor, facilitar la entrada de la mezcla de aire y combustible en la cámara de combustión y la expulsión eficiente de los gases de escape. Esta secuencia es indispensable para el adecuado funcionamiento del motor y para asegurar un desempeño óptimo.
Principales funciones
El mecanismo de distribución opera según el movimiento del eje de manivela, que convierte la fuerza del pistón en un movimiento giratorio. Conforme el eje de manivela rota transfiere dicho movimiento al árbol de levas mediante una correa, cadena o engranajes. El árbol de levas gira a la mitad de la velocidad del eje de manivela, y sus excéntricas determinan el momento de apertura y cierre de las válvulas.
Este proceso se realiza con una alta precisión. Cuando el pistón desciende en la fase de admisión, el árbol de levas abre la válvula de entrada para permitir que la mezcla de aire y combustible ingrese a la cámara de combustión. Luego, cuando el pistón asciende en la fase de compresión, la válvula se sella herméticamente para evitar fugas de la mezcla.
Durante la fase de escape, el árbol de levas abre la válvula de salida, permitiendo la expulsión de los gases quemados. Finalmente, cuando el pistón vuelve a descender, la válvula de escape se cierra y el ciclo se repite. Este proceso se realiza miles de veces por minuto mientras el motor está en marcha.
Componentes
Ahora te contamos cuáles son algunos de los componentes más importantes en este sistema y por qué son clave a la hora de hacer funcionar correctamente este sistema.
Árbol de levas
Es un eje conectado a la correa o distribución que se encarga de accionar los taqués a través de unas protuberancias excéntricas conocidas como levas. Hay motores con doble árbol de levas, uno para la admisión y otro para el escape.
Taqué y válvula
Es la pieza metálica que transmite el giro de la leva a la válvula, bien sea de admisión o de escape, empujándola.
Válvula
Es la pieza que se encarga de abrir y cerrar el paso al cilindro a través del movimiento del taqué primero, y el muelle que propicia su retorno, después. De ese modo, la mezcla de aire y carburante entra en el cilindro (admisión) o los escapes son expulsados del mismo tras la combustión (escape).
Cuando cambiar el kit
El sistema de distribución no tiene un periodo de avería predefinido y varía según el modelo y fabricante. Lo ideal es llevar un mantenimiento al día de sus componentes y de esta manera la sustitución o reparación de la distribución nunca será antes de lo indicado. Se estima que puede ser en torno a los 60.000 y 160.000 km o algo más ajustado, entre los 5 y los 10 años.
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