Conducción autónoma: qué es y cómo funciona
La tecnología está haciendo que el concepto de movilidad esté cambiando a pasos agigantados. Uno de los aspectos que más se están desarrollando en los últimos años es el de la conducción autónoma, con el objetivo de diseñar coches más inteligentes y que puedan circular sin intervención del conductor. Sin embargo, este tipo de conducción guarda muchos detalles que debes de conocer, por eso en Romacar ABS queremos explicarte qué es la conducción autónoma y cómo funciona. ¡Presta atención!
¿Qué es la conducción autónoma?
La conducción autónoma es una modalidad por la cuál el coche circula sin intervención humana, aunque hay diferentes niveles según el grado de autonomía que tienen. A día de hoy todavía se están explorando nuevos sistemas para equipar con una autonomía total a los vehículos y ofrecer la máxima seguridad vial. Sin embargo, el modelo con mayor autonomía que hay en el mercado ofrece solo un nivel 3 sobre 5 de autonomía.
¿Cómo funciona un coche autónomo?
Un coche autónomo se caracteriza por un complejo funcionamiento ya que debe de garantizar una alta seguridad. Para ello, el vehículo es equipado con radares, cámaras y sensores de lo más avanzados con lo que controlar todo el entorno del vehículo. Además, estos coches también cuentan con un paquete excelentes de componentes electrónicos. Gracias a toda la información recopilada mediante estos equipos y procesada por los equipos electrónicos del vehículo, permiten a los diferentes sistemas de asistencia a la conducción actuar de forma correcta y segura, siguiendo las normativas de circulación en todo momento.
Como ocurre con todo, la conducción autónoma tienen sus ventajas frente a la convencional, así como también inconvenientes. Uno de los puntos más destacados de este modo de conducción y que atrae mucho a los futuros conductores tiene relación con la seguridad vial, ya que gracias a la conducción autónoma se podrían evitar errores humanos, los cuales provocan casi el 90% de los accidentes. Por otro lado, uno de los grandes inconvenientes son las limitaciones que se encuentran todavía para alcanzar la total autonomía a nivel de seguridad.
Niveles de la conducción autónoma
En la actualidad, todos los coches se catalogan dentro de los niveles de autonomía, según los sistemas con los que va equipado y que ofrecen una mayor o menor asistencia al conductor. Esto se debe a que, en 2013, un organismo global estableció una clasificación con la que detallar los diversos tipos de autonomía en los que se puede catalogar un vehículo, desde la nula autonomía a la total. Siguiendo los niveles de 0 a 5, te explicamos en que consiste cada uno de ellos.
Nivel 0
Se trata de los vehículos sin autonomía, es decir, aquellos que la responsabilidad de actuación del vehículo recae al 100% en el conductor. Esto no significa que el vehículo no disponga de sistemas básicos de alerta o advertencia, así como el ESP o el ABS. A pesar de ir equipado con ellos, estos sistemas de seguridad no hacen que pasen a la siguiente categoría.
Nivel 1
Actualmente, la mayoría de los modelos nuevos están clasificados dentro del nivel 1. Estos vehículos están dotados de asistentes de ayuda a la conducción no muy sofisticados, pero que realizan cambios en la conducción por su cuenta. Esta es la diferencia respecto a los considerados del nivel 0. Nos referimos al sistema de frenada automática de emergencia, la alerta de cambio involuntario de carril o el control de velocidad de crucero, entre otros muchos. En cualquiera de ellos, la acción humana no interfiere en la maniobra y actúa de forma autónoma el coche.
Nivel 2
Son los llamados coches semiautomáticos, debido a que ellos pueden ser considerados el una opción básica de autonomía. Los vehículos que pertenecen a esta categoría incluyen sistemas que permiten realizar acciones como si fuese el conductor, como el control de crucero adaptativo o el sistema de aparcamiento automático. Estos toman incluso el control del volante y los pedales para realizar cualquier acción.
Como podemos ver, estos asistentes a la conducción pueden controlar el movimiento longitudinal y lateral del vehículo, aunque tienen un uso limitado. Por esa razón, el conductor sigue siendo el único responsable. A pesar de lo que puedas pensar, que tu coche esté equipado con novedosos sistemas adas no quiere decir que se conduzca solo, simplemente ayudan.
Nivel 3
En este nivel, el coche es el que toma el control. Aquí se produce un salto cualitativo en el modo de conducir ya que el vehículo puede realizar todo tipo de tareas de conducción. Además de replicar acciones del conductor como el sistema de aparcamiento automático, estos vehículo poseen asistentes que logran analizar el entorno y tomar decisiones. Para ello utilizan sensores y cámaras que visualizan todo lo que sucede a tu alrededor.
Se trata del nivel más alto de autonomía que actualmente se comercializa, ya que debido a su tecnología tan avanzada aún se encuentran bastante limitados a través de la legislación.
El nivel 3 requiere que el conductor esté alerta e intervenga cuando sea necesario porque el sistema no sepa cómo debe actuar. Sin embargo, el conductor no debe de supervisar la conducción, solo decidir cuando ceder el control al coche.
Nivel 4
Un paso más en la automatización de la conducción que permite que el sistema se haga cargo de la conducción, sin necesidad de que el conductor responda ante una situación difícil. Y es que, en el nivel 4, los sistemas de conducción están preparados para actuar ente una situación de peligro y realizar sin intervención humana acciones en situación de mínimo riesgo.
De la misma manera que ocurre en el nivel 3, el conductor puede escoger cuando pone en funcionamiento el sistema o cuando quiere desconectarlo. Sin embargo, en este nivel, el sistema puede retrasar la desconexión si lo considera apropiado. Si a la hora de solicitar el control del vehículo manual, el conductor tarda en responder, el vehículo es capaz de detenerse en una zona segura.
Nivel 5
Sin duda, el nivel 5 establece el modo de conducción autónoma total, ya que comprende todas las acciones y condiciones por las que pasa un conductor humano. El sistema de conducción automática en este caso prescinde de pedales y volante, ya que el vehículo no necesita la intervención del conducción en ningún momento.
La complejidad técnica y el desafío que supone una conducción 100% automatizada hace que aún quede un proceso muy largo por recorrer. Sin embargo, esto ha creado un nuevas oportunidades para las marcas de automoción.
Ford ya ha anunciado el desarrollo de su propio sistema de conducción autónoma con el que equipará a sus futuros modelos, el BlueCruise. El Ford Mustang Mach-E es el primero en contar con él, pero después vendrá en muchos más.
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