
Tipos de motores de coche
El motor es un dispositivo que convierte energía en movimiento mecánico. Hay varios tipos: de combustión interna, eléctricos o de combustión externa. Son fundamentales en la industria automotriz, así como en muchas otras aplicaciones industriales.
En el sector automovilístico existen muchos tipos, aunque suelen predominar cuatro: eléctricos, gasolina, diésel e híbridos. Varían por su grado de contaminación, almacenamiento y procesamiento de energía, autonomía, potencia, la respuesta del motor, aceleración y velocidad, y el espacio.

Motores de combustión interna y externa
Los motores de combustión interna y externa se diferencian fundamentalmente por su diseño y funcionamiento. Los de combustión interna, como los de gasolina y diésel, generan energía mediante la combustión de combustible dentro de una cámara de combustión interna. Este proceso produce gases que expanden y empujan pistones, convirtiendo la energía en movimiento.
Por otro lado, los de combustión externa, como el Stirling o el de vapor, realizan la combustión fuera del cilindro de trabajo. Su energía se genera calentando un fluido de trabajo, como aire o vapor de agua. Después, este fluido expande y mueve un pistón dentro del cilindro, convirtiendo la energía térmica en trabajo mecánico.
Motores más contaminantes
Los más contaminantes suelen ser los que usan combustibles fósiles de forma ineficiente y emiten altas cantidades de gases de efecto invernadero. Los diéseles antiguos, especialmente aquellos sin tecnologías de control de emisiones, son conocidos por ser altamente contaminantes debido.
Del mismo modo, los de gasolina más antiguos y menos eficientes también cuentan con un índice de contaminación alto, ya que liberan monóxido de carbono y NOx. Los vehículos de gran cilindrada y baja eficiencia también tienden a ser más contaminantes.

Gasolina
Tienen un mayor alcance en comparación con los vehículos eléctricos, perfectos para viajes largos. Además, son más accesibles en precio inicial y tienen una infraestructura de recarga establecida. Los coches de gasolina son más comunes y, por lo tanto, pueden ser más fáciles y económicos de reparar y mantener en algunas áreas. Aunque esa rentabilidad se contrata con la alta carga de contaminación.
Diésel
Ofrecen una mayor eficiencia en consumo de combustible, lo que se traduce en un menor gasto en combustible y una mayor autonomía. Además, son ideales para vehículos que requieren arrastre o carga pesada. Asimismo, los coches diésel suelen tener una vida útil más larga y requieren menos mantenimiento en comparación con los de gasolina. Además, pueden ser una opción más económica para quienes conducen largas distancias debido a su mayor eficiencia.
Gas
Los coches que funcionan con gas natural comprimido (GNC) o gas licuado de petróleo (GLP), ofrecen diversas ventajas. Primero, son más limpios en comparación con los vehículos que funcionan con combustibles fósiles tradicionales, ya que emiten menos gases contaminantes y partículas. Además, suelen ser más económicos, ya que el precio del gas suele ser más bajo que el de la gasolina o el diésel. Los de gas también suelen disfrutar de incentivos fiscales y ventajas en términos de restricciones de circulación en algunas ciudades, lo que puede resultar en ahorros adicionales para los propietarios.
Motores más sostenibles
Los coches más sostenibles son aquellos que minimizan su impacto ambiental durante todo su ciclo de vida. Aunque, su conducción sea menos contaminante, su fabricación es más perjudicial al medio ambiente. Esto se debe a su extracción de materiales y las materias primas que los componen. Pero a largo plazo, esa contaminación inicial se acaba contrarrestando con su consumo y funcionamiento verde. La eficiencia en el consumo de energía, el uso de materiales reciclables y la reducción de emisiones son pilares clave de la sostenibilidad automotriz.

Eléctrico
No emiten gases de escape, por lo que reducen la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, son más eficientes energéticamente que los vehículos de combustión interna, lo que puede resultar más económico a largo plazo. También requieren menos mantenimiento por la simplicidad de su batería y sistema de transmisión. Los coches eléctricos disfrutan de una mayor libertad de movimiento gracias a su etiqueta 0.
Híbrido
Los híbridos combinan uno de combustión interna con uno eléctrico. Cuenta con dos tipos: híbrido enchufable (PHEV) e híbrido no enchufable (HEV). Son más eficientes en el consumo de combustible que los vehículos únicamente de gasolina o diésel. También pueden beneficiarse de incentivos fiscales y de circulación en algunas áreas, haciendo que su uso sea más atractivo. Son más atractivos en las ciudades gracias a su etiqueta ECO.